Se acaban las Navidades y llega el momento de enfrentarse a la báscula y afrontar los excesos que hemos cometido en los últimos días. Es posible que tras este período navideño no sólo hayamos engordado unos kilitos de más sino que es posible que nos sintamos hinchados y con mayor retención de líquidos. No es extraño, han sido muchos días de comer en mayor cantidad, y en general, abundante alimentos más ricos en sal y en azúcares refinados que generan una mayor retención de agua por parte de nuestro organismo para equilibrar el sistema hidroelectrolítico del organismo. Además, nuestro cuerpo puede haber visto incrementado el número habitual de toxinas y de radicales libres procedentes del metabolismo celular ya que las comidas que se han hecho en estas fechas pasadas suelen estar compuestas por alimentos con más aditivos, conservantes o potenciadores del sabor, es el caso de los mazapanes, turrones, licores, salsas, sancks…

Además de ganar kilos, en las navidades se puede tener mayor acumulación de líquidos

Eso no quiere decir que tengamos que hacer una dieta especial depurativa o estar una semana entera bebiendo zumos para eliminar los excesos de estos días, todo esto podría incluso ser contraproducente y poner en peligro nuestra salud. Se trata de intensificar el realizar una dieta sin grasas y sin azúcares refinados durante al menos dos semanas y priorizando aquellos alimentos que van a ayudar a nuestro organismo a eliminar el exceso de líquidos y elementos tóxicos acumulados. No se necesitan fórmulas mágicas. Estamos mejor hechos de lo que pensamos y ya disponemos de los mecanismos necesarios para eliminar las sustancias negativas para la salud (el hígado, el riñón, el tubo digestivo y la piel, a través de la transpiración, sirven para limpiar del cuerpo los deshechos y toxinas y restaurar el equilibrio perdido con los excesos.) Lo que sí que podemos hacer es ayudar a estos órganos en su proceso de limpieza cuando la carga de trabajo es excesiva especialmente después de las comilonas abundantes y continuadas que se desarrollan durante las fiestas de la Navidad.

Los alimentos más diuréticos y antioxidantes ayudan al riñón y al hígado en su proceso depurativo

Lo más recomendado para restaurar el equilibrio en el menor  tiempo posible y de una manera saludable es llevar a cabo, durante al menos dos semanas, una alimentación completamente ausente de grasas saturadas, azúcares refinados y alcohol, en la que se mantengan las cinco comidas al día manteniendo todos los grupos de alimentos pero aumentando la ingesta de los más diuréticos y depurativos.

Para potenciar la orina y eliminar los líquidos retenidos debemos realizar una dieta baja en grasas saturadas, sin sal y sin azúcares refinados

Así, en el desayuno, es mejor decantarse por un yogur con frutos rojos y copos de avena con un té verde o café u optar por  un bol de cereales integrales con un zumo de naranja y una infusión de jengibre. Estaremos dándole al organismo energía para comenzar el día a pleno rendimiento (además de la que dura en el tiempo y que está presente en los hidratos de carbono de los cereales integrales y copos de avena) vitaminas y antioxidantes de la fruta, proteínas para mantener la fuerza, concentración y tono muscular y presente en la leche o el yogur y potenciando la diuresis para evitar la retención de líquidos con el té verde o el café pero evitando añadir aditivos, colorantes o demasiadas calorías como cuando lo que comemos es pan de molde, galletas o bollería.

En estas dos semanas tanto en la media mañana como en merienda vamos a tomar una fruta tipo manzana, piña, pera, fresas, el kiwi o la naranja, que son de temporada y muy diuréticas. Si preferimos beber un zumo de frutas en vez de la pieza entera, siempre lo tomaremos natural y no pasar de dos unidades de fruta por zumo para evitar un exceso de azúcar. De esta manera repartimos a lo largo del día  un extra de vitaminas y antioxidantes que neutralicen el exceso de radicales libres que hemos acumulado en estos días y que además potencien la diuresis para eliminar estas sustancias por la orina . Lo mejor es combinarlas con una infusión como el té verde o el blanco, la cola de caballo o el diente de león.

En estas dos semanas tendremos que renunciar a la pasta o el arroz aunque sean integrales, pero podremos aportarnos estos hidratos de carbono en forma de proteína vegetal a través de la quinoa, las lentejas o los guisantes. Tanto en comida como en cena tiene que estar presente un buen plato de verduras, ya sea cruda, cocida o en puré potenciando durante estas dos semanas las más diuréticas y depurativas como los espárragos, alcachofa, espinacas, tomate, apio, pepino o perejil.

Como proteína elegir carne magra o pescado evitando carnes rojas, vísceras o embutido

Y siempre acompañadas de una proteína animal magra como el pollo o el conejo o pescado como el gallo, la merluza o el salmón, que aunque este último sea más graso nos proporciona grasas cardiosaludables y antiinflamatorias en forma de omega 3. Cuatro días de estas dos semanas se podrá sustituir la proteína animal por la vegetal de la quinoa, lentejas, alubias, garbanzos o los guisantes. La proteína es necesaria para que se desarrollen correctamente todas nuestras funciones vitales, no perdamos la concentración y la vitalidad y mantengamos en condiciones nuestro tono muscular.

Para fortalecer la mucosa y la flora intestinal se deben tomar alimentos ricos en fibra como la fruta, yogures naturales o lácteos fermentados como el kéfir

En estas dos semanas tampoco debemos elegir como postre alimentos excesivamente azucarados o procesados como los yogures de sabores, natillas, flanes, helados o tartas. Mejor nos decantaremos por un yogur natural, kéfir o cuajada, para reforzar nuestra flora intestinal que se ha podido ver resentida tras los excesos de estas fiestas. Otra opción es tomar una macedonia de frutas, un zumo natural o una infusión. Es fundamental alcanzar los dos litros de líquidos al día, evitando las bebidas gaseosas y el alcohol y potenciando en estas dos semanas la ingesta de infusiones como el té rojo, blanco o verde con propiedades antioxidantes y diuréticas, el diente de león que además es antiinflamatorio y diurético o la salvia y el tomillo que mejoran las molestias gástricas y facilitan la digestión.

El ejercicio físico regular facilita la movilización de la sangre y los líquidos corporales y evita su estancamiento e hinchazón

Para mejorar el drenaje linfático y favorecer el sistema circulatorio, evitando de esta manera un estancamiento de los  líquidos corporales con el consiguiente edema y sensación de retención, es fundamental la práctica de ejercicio físico. Esta rutina no deberíamos limitarla  a estas dos semanas de dieta más estricta sino que debemos aplicarla al resto de los días de lo que nos queda de año. No se trata de ir a un gimnasio a dar saltos durante dos horas o machacarnos en sufrimiento extremo haciendo pesas y sentadillas. Sería suficiente con intentar caminar a paso rápido 45 minutos diarios, nadar durante más de media hora a intensidad moderada, hacer bicicleta estática, elíptica o practicar durante 20 minutos cinta de correr. No sólo nos ayudará a eliminar el excesos de líquidos corporales y evitar su estancamiento sino que mejoraremos el estado del sistema músculo esquelético previniendo la aparición de fracturas y lesiones, mejoraremos la salud cardiovascular previniendo la aparición de ictus e infartos, se refuerza nuestro sistema inmunológico haciéndonos más resistente a enfermedades y cánceres como el de mama o endometrio y encima nos facilita el mantenimiento del peso.

Evitar siempre dietas extremas y sin control médico

Así que para reponernos plenamente y retomar el equilibrio perdido en estos días no hay que estar comiendo apios y remolacha durante un mes entero o bebiendo líquidos durante el día entero o haciendo dietas escandalosas y peligrosas. Se trata de retomar una alimentación equilibrada y completa con un mayor incremento de las vitaminas, la fibra y los antioxidantes y movilizando el corazón y las grasas mediante la práctica regular del ejercicio cardiovascular.

¡Que se prepare el nuevo año!